Uno de los monumentos históricos más relevantes del pueblo de Benicàssim, y que se encuentra ubicado a tan solo 100 metros de nuestro hotel, es la Torre San Vicente.
Esta torre vigía del s.XVI, se construyó en 1599 y se ha conservado durante cinco siglos, viviendo la historia de Benicàssim desde sus orígenes.
Las torres San Vicent y Sant Julià (esta última ya desaparecida) fueron las protectoras de la llamada Olla de Benicàssim y, junto con otras 16 torres del territorio de Castellón, permitieron la defensa de las costas mediterráneas frente a los ataques de los piratas y berberiscos que pretendían robar a los barcos y habitantes del Reino de Valencia.
El motivo de dichos ataques se debe a que estas tierras gozaban de una buena situación económica gracias al comercio marítimo establecido con otros territorios como la Corona de Aragón, Córcega, Cerdeña o Nápoles.
Por ello, la Torre San Vicente fue parte de esta defensa indispensable, que permitió crear la Carta de población de Benicàssim en 1603 así como dar la posibilidad de que este pueblo creciese y evolucionase.
A pesar de que en sus más de 400 años de vida la torre San Vicente ha sufrido diversas modificaciones, a día de hoy se mantiene como una de las torres de vigilancia mejor conservadas de la costa de Castellón.
Su última restauración se realizó en los años 2017 y 2018 y, desde entonces, la Torre San Vicente se ha convertido en Centro de Interpretación, con el objetivo de que los turistas conozcan su historia a través de paneles, audioguías, realidad virtual, acceso a la terraza superior… así como con visitas guiadas y visitas teatralizadas para los más pequeños de la casa.
La Torre San Vicente ha sido testigo de innumerables batallas, de momentos difíciles y de momentos mágicos y maravillosos de la historia de Benicàssim.
Si visitas nuestro pueblo, te invitamos a conocer el alma de esta maravillosa atalaya.
